Mi arma es el Amor. El Amor que vivo en esta tierra y el que siento reflejado en la mirada del Crucificado. Mi arma es su cruz, no por la sangre que la baña sino por el ideal que en ella se forjó: "Padre, perdónalos...", "Entrega la otra mejilla".
Mi arma es la paciencia. Es el soportar las cuitas planeadas contra mí y trabajar por desmantelarlas con una sonrisa. Es el saber manejar la frustración de las pequeñas batallas perdidas, pero con el ánimo de vencer la guerra entera.
Mi arma es la Esperanza. El saber que mañana será mejor que hoy, pues para entonces habré dado al menos un paso más hacia mi meta. Es el entender que las dificultades sólo sirven para forjar el caracter del hombre y hacerlo a cada golpe más digno de la Luz que está al final del camino.
Mi arma es el Recuerdo. Muchos recuerdos, pero sobre todo uno en este instante: el del hombre que él solo destruyó un monolito enorme para poder construir su hogar. Un hombre que por su confianza llevó una Buena Noticia a los hijos de la Revolución y un carisma a los habitantes de América.
Mi arma es la alegría. Pues cada golpe recibido no puede ser mejor pagado que con unos ojos alegres y una sonrisa sincera. La alegría no de sufrir las dificultades, sino de la oportunidad constante de luchar por lo que quiero. ¿Qué más podría pedir un hombre que la oportunidad de tener lo único que añora?
Mi arma es mi Verdad. Soy un libro abierto, mas como cualquier libro no grito mi contenido, espero a que si alguien se interesa me tome entre sus manos, estruje mis páginas y me conozca a fondo. Si dijera lo que no soy, si me ocultara, no tendría ningún derecho de plantarme firme y pedir nada. Soy un hombre libre y por eso la Verdad es mi arma.
Mi arma es la libertad. Pues sé poner en su lugar mi Fe, mi Esperanza y mi Amor, y sé luchar por ello y sé que vuelo alto, aún frente al peligro de la inminente turbulencia.
Mi arma son mis enemigos. Pues si logro abrazarlos y mostrarles que los quiero, que por ellos soy mejor persona cada día y que cada afrenta que me presentan es una divina oportunidad de per-donarles, entonces cada uno de ellos será una sonrisa más en el mundo, en mí mundo, y así estaré construyendo un lugar mejor donde pueda vivir la persona que más quiero.
Estas son mis armas. Por eso, creo, adoro el luchar.
sábado, 20 de octubre de 2007
sábado, 6 de octubre de 2007
Frente al Gran Inquisidor

"Sus diapositivas de Power Point estaban decoradas con círculos morados. De repente tuve una visión. Lo vi, a él, el gran inquisidor, sentado en su escritorio, su Lap Top de frente, Power Point abierto, ventana de estilos...
Por un momento el gran inquisidor olvida quién es. Ante todos los posibles decorados para las diapositivas es un hombre más. Ni sus doctrinas, sus dogmas, sus ideologías, sus buenas acciones, sus malas acciones, sus vicios, sus virtudes, sus estudios, sus sentencias, tienen algo que ver con el hecho de que decida por los círculos morados o por las líneas verdes. En ese momento el gran inquisidor es absolutamente libre y sólo él mismo.
Unos círculos morados...es lo único que le queda al gran inquisidor de sí mismo. También es lo único que me recuerda que, a pesar de todo, es mi hermano." (Patricia Garza M.)
miércoles, 26 de septiembre de 2007
viernes, 24 de agosto de 2007
Idea inconexa...
"...Existe felicidad accidental en el cielo, frente a la Felicidad esencial de la Visión Beatífica, consiste en el cariño y compañía de aquellos que quisiste en la vida..."
-P. Ugarte
-P. Ugarte
miércoles, 8 de agosto de 2007
Oración.
Elohí, Elohí! Lemá samachtani?
Gracias por estar a mi lado, incluso ahora.
No sé qué haría sin Ti. Acaso me desesperaría,
acaso perdería la fe o me dejaría consumir.
No sé qué debo hacer, intento encontrar un punto en el cual sostenerme,
algo -un poco de verdad- donde poder posar mi alma, que no descansa salvo los momentos que está junto a Ti.
Acepto estas alegrías y te las ofrendo, en claro agradecimiento por todo lo que me has dado: vida y amor, por ejemplo. Acepto estos sufrimientos y te los ofrendo, en clara petición de que me ayudes a cargarlos, pues yo solo no puedo. ¡Y mira que me has dado otro hombro y otra alma junto a la cual descansar mis llantos! Pero hay heridas que sólo tú, Herido, puedes acariciarme y curar.
Dame vida, con sus días y sus noches, pues sólo vivo es como puedo beber y observar lo que quieres que beba y observe. Dame vida, de esa que prometiste hace tantos años, pues sólo ella es la que busco. Y esta vida que ya me has dado, no me la quites, ni me permitas quitármela, pues aunque mi mano no atentaría contra mi sien, hay otros muchos modos de apartar de uno la vida.
Protege a mis amigos de los dolores que no les correspondan y no me dejes llevarles pesos que podría evitarles. Hazme grua y arbotante, no peso.
En el nombre de Cristo, tu Hijo y por intercesión de mi Buena Madre, María Virgen, te pido esto y las demás cosas que no he podido sacar de mi interior.
Amén.
Gracias por estar a mi lado, incluso ahora.
No sé qué haría sin Ti. Acaso me desesperaría,
acaso perdería la fe o me dejaría consumir.
No sé qué debo hacer, intento encontrar un punto en el cual sostenerme,
algo -un poco de verdad- donde poder posar mi alma, que no descansa salvo los momentos que está junto a Ti.
Acepto estas alegrías y te las ofrendo, en claro agradecimiento por todo lo que me has dado: vida y amor, por ejemplo. Acepto estos sufrimientos y te los ofrendo, en clara petición de que me ayudes a cargarlos, pues yo solo no puedo. ¡Y mira que me has dado otro hombro y otra alma junto a la cual descansar mis llantos! Pero hay heridas que sólo tú, Herido, puedes acariciarme y curar.
Dame vida, con sus días y sus noches, pues sólo vivo es como puedo beber y observar lo que quieres que beba y observe. Dame vida, de esa que prometiste hace tantos años, pues sólo ella es la que busco. Y esta vida que ya me has dado, no me la quites, ni me permitas quitármela, pues aunque mi mano no atentaría contra mi sien, hay otros muchos modos de apartar de uno la vida.
Protege a mis amigos de los dolores que no les correspondan y no me dejes llevarles pesos que podría evitarles. Hazme grua y arbotante, no peso.
En el nombre de Cristo, tu Hijo y por intercesión de mi Buena Madre, María Virgen, te pido esto y las demás cosas que no he podido sacar de mi interior.
Amén.
jueves, 2 de agosto de 2007
Teología Experimental II
Tome usted un ser humano y pártale el alma con una herida que le haga sangrar lágrimas por los ojos. Hágalo sentirse miserable y algo solo en el mundo, derrúmbele el hogar donde se sentía seguro y póngalo a prueba. Siémbre en él las peores dudas y no lo deje ver salvo un insignificante y enloquecedor rayo de luz.
Entónces recuérdele a ese ser humano que usted es su amigo y que es su hermano; háblele de cómo ve el mundo y cómo sigue usted siendo fuerte aún después de hacerlo llorar. Haga que sienta miedo al pensar en el dolor que siente y en el que se sentirá el día de mañana.
Entonces este ser humano lo perdonará y le dirá que confía en usted, le dirá que le duelen las heridas que usted carga mucho más que las heridas que le han propinado. Le sonreirá e intentará hacerlo sentir mejor, dándole consejos y hablándole de la gran oportunidad que le presenta la vida. Esto es lo que se llama Teología Experimental.
Entónces recuérdele a ese ser humano que usted es su amigo y que es su hermano; háblele de cómo ve el mundo y cómo sigue usted siendo fuerte aún después de hacerlo llorar. Haga que sienta miedo al pensar en el dolor que siente y en el que se sentirá el día de mañana.
Entonces este ser humano lo perdonará y le dirá que confía en usted, le dirá que le duelen las heridas que usted carga mucho más que las heridas que le han propinado. Le sonreirá e intentará hacerlo sentir mejor, dándole consejos y hablándole de la gran oportunidad que le presenta la vida. Esto es lo que se llama Teología Experimental.
miércoles, 18 de julio de 2007
Teología experimental 1.
Tome usted un ser capaz de Eros y potencie su esencia hasta la máxima expresión de su completud original. Observe detenidamente el caudal de energía y materia y vida que circula dentro de ese ser durante su potenciación máxima. Vea los resultados. Unión (unidad) y creación son lo que se llama Teología Experimental.
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