sábado, 20 de octubre de 2007

Mis armas.

Mi arma es el Amor. El Amor que vivo en esta tierra y el que siento reflejado en la mirada del Crucificado. Mi arma es su cruz, no por la sangre que la baña sino por el ideal que en ella se forjó: "Padre, perdónalos...", "Entrega la otra mejilla".

Mi arma es la paciencia. Es el soportar las cuitas planeadas contra mí y trabajar por desmantelarlas con una sonrisa. Es el saber manejar la frustración de las pequeñas batallas perdidas, pero con el ánimo de vencer la guerra entera.

Mi arma es la Esperanza. El saber que mañana será mejor que hoy, pues para entonces habré dado al menos un paso más hacia mi meta. Es el entender que las dificultades sólo sirven para forjar el caracter del hombre y hacerlo a cada golpe más digno de la Luz que está al final del camino.

Mi arma es el Recuerdo. Muchos recuerdos, pero sobre todo uno en este instante: el del hombre que él solo destruyó un monolito enorme para poder construir su hogar. Un hombre que por su confianza llevó una Buena Noticia a los hijos de la Revolución y un carisma a los habitantes de América.

Mi arma es la alegría. Pues cada golpe recibido no puede ser mejor pagado que con unos ojos alegres y una sonrisa sincera. La alegría no de sufrir las dificultades, sino de la oportunidad constante de luchar por lo que quiero. ¿Qué más podría pedir un hombre que la oportunidad de tener lo único que añora?

Mi arma es mi Verdad. Soy un libro abierto, mas como cualquier libro no grito mi contenido, espero a que si alguien se interesa me tome entre sus manos, estruje mis páginas y me conozca a fondo. Si dijera lo que no soy, si me ocultara, no tendría ningún derecho de plantarme firme y pedir nada. Soy un hombre libre y por eso la Verdad es mi arma.

Mi arma es la libertad. Pues sé poner en su lugar mi Fe, mi Esperanza y mi Amor, y sé luchar por ello y sé que vuelo alto, aún frente al peligro de la inminente turbulencia.

Mi arma son mis enemigos. Pues si logro abrazarlos y mostrarles que los quiero, que por ellos soy mejor persona cada día y que cada afrenta que me presentan es una divina oportunidad de per-donarles, entonces cada uno de ellos será una sonrisa más en el mundo, en mí mundo, y así estaré construyendo un lugar mejor donde pueda vivir la persona que más quiero.

Estas son mis armas. Por eso, creo, adoro el luchar.

2 comentarios:

pajaro de fuego dijo...

para mi eres "el robocop espiritual"

Zoon Romanticón dijo...

¡Gracias por el cumplido, Pájaro de Fuego!