jueves, 21 de junio de 2007

Sobre la presencia de Dios 1.


Ver el costado lacerado de una pequeña niña, los ojos hambrientos de un joven callejero, la sonrisa sin dientes de un anciano y las preocupadas mejillas sumidas de una mujer son la prueba irrefutable de que Dios no existe o de que nos ha abandonado, dice un hombre.

Ver ese costado y esos ojos, aquella sonrisa y tales preocupaciones reflejados en tu enojo es la prueba incontrovertible de que Dios sigue aquí, contesta otro.

Esto es contradictorio, debes probar tu punto, refuta el primer hombre. Tu conciencia debería implicar tu acción, tu acción mostraría a Dios y tu incredulidad es el motor que te llevaría a ser tal angelós, queda probado, contesta el segundo.

Y es que los motivos para dudar sobre la Existencia son los mismos para defenderla sin dudar.