viernes, 5 de enero de 2007

Crisis

El problema de lo Oudéteron es que uno poco a poco va perdiendo la percepción de su realidad. Yo sé que pasó. Yo sé que pasa: sé que Existe y que sigue ahí. Mas es como si lo olvidara.

Alguna vez un buen hombre (P. Benitez) me dijo que la Fe tiene profundidades: conforme uno avanza en su camino religioso (re-ligioso) la fe va dejando de ser sensible para volverse íntima, casi seca. No sé si tenga razón, mucho menos sé si yo esté por ese camino. Pero es un hecho que me siento un poco seco.

Mi vida no podría ser mejor. Y sin embargo me sentí agobiado, algo triste. Hoy sé por qué.

No hay libertad sin crisis. ¡Caray que me descubro hoy un hombre libre! Y aunque libremente lo escogo a Él, me pesa el alma.

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