miércoles, 25 de febrero de 2009

Una nota sobre el matrimonio


El matrimonio es sacramento. Es, por tanto, signo sensible de Dios en el mundo. Entonces, ¿la misa o la ceremonia son signo de Dios en el mundo? No. Al menos no en el sentido que me interesa aquí. El matrimonio no es la celebración, sino la vida en unión conyugal. De este modo, el sacramento no es la boda, sino el resto de la vida que se detona a partir de la celebración sacramental. La vida de los casados es el sacramento. Por eso ellos en su vida son el signo de sensible de Dios en el mundo.

Los casados tienen la obligación esencial de que su vida en pareja manifieste la naturaleza divina según el orden de la unidad y el amor.

El sacramento del matrimonio es, por tanto, un sacramento que se celebra cada día en cada instante.

1 comentario:

Emilia Kiehnle dijo...

No sólo se trata de una obligación esencial, sino de un llamado a completarse y ser felices de acuerdo con su naturaleza.

En este mundo no hay tal cosa como "la felicidad", sino que cada instante es un momento particular para ser felices.